jueves, 5 de septiembre de 2013

DIA 6 ; REBELANDOME Y REVELANDOME.

Desde que empecé a escribir este blog he sentido un creciente sentimiento de rebelión en contra de lo que he denunciado aquí mismo. Hoy respirando descubro que dentro de toda esta rebelión se revela mi miedo a ser esclavizada por ser mujer, es una gran rabia interior que me lleva a comportarme de manera abiertamente agresiva ante los estereotipos sociales femeninos. En algún punto de mi vida me jure a mi misma que nunca caería en tales estereotipos, sin embargo ahora me doy cuenta de que al generalizar de nuevo me estoy limitando al caer en las polaridades contrarias, por ejemplo: a mi me gusta cocinar, pero cuando pienso en que “si lo que voy a cocinar le gustará a mi compañero“ me empiezo a sentir insegura y es porque muy en el fondo yo  acepto que la mujer sea valorada de acuerdo a estos estereotipos, siendo uno de los principales sus habilidades en la cocina y me siento nerviosa por que me siento inferior o superior de acuerdo a la opinión de mi compañero acerca de la comida que preparo. Toda esta confusión y sentimientos encontrados llegaron al punto de que yo ya no quería cocinar nada, para no tener que someterme a semejante juicio auto-impuesto. Entonces veo que estoy dándole valores y dimensiones agregadas al acto de cocinar y al acto de alimentarse, convirtiendo en un “acto de seducción y/o conquista“ en vez de enfocarme en lo que es realmente importante , en ocuparme de que la comida que preparo sea realmente nutritiva para ambos y  disfrutemos de este acto de alimentarnos.
Hay un dicho muy popular en mi país y dice que “a los hombres se les conquista por estómago“ y yo lo creí y lo acepté y por esta razón abuse de mi misma y del acto de alimentarme y compartir los alimentos.

Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado auto valorarme de acuerdo a mi habilidad para seducir a un hombre a traves de la cocina.

me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado competir y comparar me con otras mujeres teniendo como parámetro mis habilidades en la cocina.

Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado sentir rabia al realizar el acto de cocinar por haberme permitido y aceptado juzgarme a mi misma y a otros de acuerdo a las habilidades para “conquistar a todos“ con la cocina.

Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado sentir rabia hacia mi misma y sentirme inepta y frustrada cuando a mi compañero no le gusta la comida que preparo.

continuare mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario