domingo, 20 de octubre de 2013

dia 10: LA ULTIMA PALABRA

Vengo investigando la causa de mis extensos dolores de cabeza. En primera instancia quiero mencionar y escribir acerca de mi tendencia a complicar las cosas, en este caso tratando de hallar causas recónditas y rebuscadas cuando la respuesta esta en frente de mis narices, sin embargo llevo varios días dando vueltas alrededor del tema y hasta este momento me doy cuenta del punto. estoy en Facebook practicando uno de mis deportes favoritos, espiar a antiguos amigos para corroborar, de acuerdo a lo que publican en su perfil, lo erróneas que son sus vidas ante mis ojos y escaneo y escaneo y dentro de mi voy juzgandolos, creyendo realmente que tengo la razón con mis conclusiones...cuando en realidad estoy tratando de validar mi vida actual por comparación. Me explico, en alguna época de mi vida forme parte de los círculos elitistas de mi ciudad natal, tenía muchos “amigos“ pertenecientes a familias poderosas y a poderosos círculos sociales, n algún momento toda esta escena fue demasiado pesada para mi y me retiré. Esta escena se torno pesada para mi básicamente por la competencia brutal que significa para alguien mantenerse en una elite, sobretodo si este alguien no es de ninguna familia poderosa como es mi caso, para mi era un esfuerzo tremendo lograr el impacto necesario sobre los demás para mantenerme dentro de este circulo. Lo lograba, pero con un costo tremendo a mi integridad total como ser humano. 

Cuando reviso estos perfiles y me doy cuenta de lo lejos que han llegado algunos, no dejo de asombrarme y de alguna manera escandalizarme, pues se que para lograr el éxito dentro del establecimiento, lo que la sociedad valora y considera éxito, hay que venderse, auto explotarse, dejarse explotar o  explotar brutalmente a otros, esa es la ley. Y eso es claro para mi cuando veo estos rostros del “éxito“....pero en donde radica mi obsesión por seguir espiando a estas personas? cuando los veo me siento “superior“, me siento de alguna manera “salvada“ por comparación, por haberme retirado a tiempo y es como mi revancha ante el fantasma del “fracaso“ que me persigue al imaginar que yo también pude haber “triunfado“, y me pierdo dentro de esta polaridad la de sentir el amargo sabor del “fracaso“ sin que yo pueda explicarme públicamente y desenmascarar a todos aquellos a los que considero unos “vendidos“ y a la vez sentirme victoriosa por “ haberme retirado a tiempo“. 

Ahora que lo escribo es claro como aparece mi caracter competitivo, la que nunca quiere perder.

Desde muy pequeña fui enormemente competitiva y revanchista y me volvi adicta a “ ganar“ sin importar si mis argumentos son torcidos, porque tengo gran capacidad para argumentar de manera que el otro no pueda replicar nada, y esa ha sido mi “arma“ con la cual he cortado cabezas a diestra y siniestra , descalificando a todo el que se me antoje con mi “brillante“ intelectualidad. 

Sin embargo dentro del mundo del arte no pude desplegar a mis anchas esta habilidad, no fui capaz pues creia que el arte era mi ultimo refugio de honestidad y consideraba un sacrilegio venderme en este campo, tenia miedo de perderme para siempre si lo hacia, y al ver a estos antiguos “amigos“ los veo como condenados a actuar para mantener su éxito, los veo perdidos y por contraste me veo a mi misma salva. 

Lo peligroso de esta ilusión es que yo al sentirme salva pierdo la perspectiva real de la realidad, pintándola con el tinte romántico que envuelve a aquellos que son “salvos“....

El motor de esta obsesión  es el resentimiento que siento por no haber sido “exitosa“, la “mas“ en mi carrera como artista sin tener la oportunidad de explicar a la elite las razones de mi “fracaso“ ,hehehhe, es decir sin tener la oportunidad de decir la ultima palabra que me situaría inmediatamente por encima de todos ellos, hahahha.

Bueno como ven he expuesto un gran punto de mi constructo de personalidad y uno de los más pesados.

Me da un poco de risa verlo asi , ahora que lo he escrito, por lo ridícula que es mi actitud , hehe.


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