Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado sentirme superior a N y por esta razón sentir envidia y desconcierto al ver su "triunfo" dentro de el sistema.
Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado sentir que yo era muchos "mas elegante" que N y por esta razón sentirme "segura" porque N no representaba ninguna competencia para mi ,sin darme cuenta de que dentro de mi personalidad competitiva estoy siempre comparandome con las demás mujeres en términos de "elegancia", "belleza", "sex-appeal" e "inteligencia".
Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado seguir comparándome con N al chequear su Fb y juzgar sus publicaciones como "menos interesantes " que las mias con el fin de poder seguir sintiéndome superior a ella mediante el mecanismo de sentir lastima por ella.
Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado sentir rabia de que N se hubiese hecho muy amiga de M sin considerar su abierta deshonestidad y por haberme rechazado como "amiga" por mi abierta honestidad para con ella cuando porfin le dije lo que pensaba de nuestra "amistad".
Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado dejarme manipular por N vendiéndome con deshonestidad en nombre de una "amistad", sin darme cuenta de que durante muchos años acumule resentimiento en contra de ella que es en realidad un resentimiento en contra de mi misma por no haberme levantado con auto honestidad ante esta relación.
me perdono a mi misma por haberme permtido y aceptado sentir rabia de que la deshonestidad sea aquello que en verdad "triunfa" dentro del sistema.
Cuando me vea comparandome con otras mujeres en términos de "belleza", "sex appeal" , "inteligencia" y "elegancia" me detengo y respiro.
me doy cuenta de que al compararme con otras mujeres permanezco en un estado de auto juzgamiento que me paraliza y me impide expresarme y comunicarme efectivamente tanto con las demás mujeres como con los hombres.
Me comprometo a expresarme como ser sin limitarme constantemente con juicios acerca de como "debe ser una mujer" y sin compararme con las demás mujeres para detener la competencia interior que he llevado desde mi adolescencia.
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