jueves, 22 de mayo de 2014

Dia 23 . MACHISMO 1: Ataques con ácido.

El mes pasado me enteré de un terrible suceso. Una chica fué atacada con ácido en la ciudad donde nací. Lo que me choqueó profundamente fué el hecho de que la muchacha pertenece a la misma clase social dentro de la cual fuí criada, y el atacante también , incluso el ataque ocurrió muy cerca del barrio donde viví toda mi infancia y mi adolescencia. Cuando lo comenté con mi hermano , el me dijo que había conocido a la muchacha y que ella era muy bonita. Quede muy impactada, investigando en las redes sociales me dí cuenta de que tenemos varios conocidos en común. Yo siempre creí que tales atrocidades ocurrían en lugares lejanos del medio oriente y que, si ocurrían en mi país o en mi ciudad, era en barrios lejanos, en barrios deprimidos .... en otras clases sociales. Sin embargo había ocurrido a alguien que podía ser yo misma, sentí que me invadían el terror y la paranoia, un ataque de ácido me parece una de las cosas mas brutales que existen en este mundo, imaginé como sería si me ocurriera realmente a mí .

Yo creía estar exenta de sufrir una brutalidad semejante, pero tal evento me trajo a la realidad . Yo vivo en un país furiosamente machista, y aparece dentro del ranking de los paises con mas cantidad de ataques con acido en el año , la mayoria perpetrados por hombre en contra de mujeres y tambien en contra de otros hombres.

 Me dí cuenta de que he vivido con mucho miedo hacia los hombres desde hace mucho tiempo, miedo y rabia por haber sido víctima de los abusos de la cultura machista en contra de las mujeres.

Me dí cuenta de que ese miedo profundo y esa rabia se hace presente siempre dentro de mi cotidianidad y mis relaciones con los demás, y es que no solamente siento rabia en contra de los hombres, sino también en contra de las mujeres pues las veo apoyar el machismo y ser sumisas a lo que les dicta la cultura, calladas e incluso siendo agresivas conmigo cuando ven que rompo con alguno de estos absurdos códigos sociales.

Muchas de las mujeres son atacadas por ser bellas y por no acceder a los requerimientos sexuales de los hombres, y esto me indigna sobremanera , vivo en una sociedad que trata a las mujeres como objetos, una sociedad que nos exige ser ¨bellas¨ bajo la amenaza de no ser ¨ amadas ¨ si no nos empeñamos en ello, una sociedad que cree que puede castigarnos brutalmente si  no accedemos a los deseos masculinos. La violación, la prostitución, la violencia domestica y estos atroces ataques con ácido son abusos sistemáticos dirigidos en gran porcentaje en contra de las mujeres.

Si revisamos las tradiciones culturales, la religion y el concepto de familia vemos como hay toda una serie de argumentos absurdos dentro de la cotidianidad que son profundamente machistas y sexistas y que apuntan al sometimiento y esclavitud de la mujer como algo o alguien al servicio de los hombres, la publicidad y la cultura pop se apoyan descaradamente en el concepto de la mujer objeto para vender, ya sea mostrándonos como objeto de adoración/admiración/amor en la forma de una ¨bella¨ mujer , siempre callada, santa y eternamente sufriente , como las torturadas modelos de revista, como la virgen María, como todas las ¨santas¨ ; y por el otro lado exhibiendo mujeres - objetos - sexual que parecen estar dispuestas a ser el blanco de cualquier perversion que pueda ser imaginada, por supuesto tambien silentes y eternamente manchadas de pecado, razón por la cual es permitido y es incluso es un mandato divino  castigarlas.

Es así como en algunas ocasiones he odiado el hecho de ser mujer....y no es que quiera ser hombre, es que no me gusta para nada el modelo de mujer que plantea la sociedad, nunca me he sentido cómoda con la femineidad vanidosa y maquillada que propone la sociedad, y si me he sentido muy incómoda por ser continuamente censurada y atacada por varones por expresar mis puntos de vista.

Aqui comienzo una serie de escritos con el fin de desmantelar los constructos de mi personalidad definidos por mi experiencia dentro de esta sociedad y mis reacciones hacia la misma.

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