miércoles, 20 de noviembre de 2013

Dia 15: La pérdida de mi perrita.

Hoy estaba mirando unas fotos de los dueños de unos perritos a los cuales les iban a aplicar la eutanasia...sentí ganas de llorar al ver las caras de los perritos y a sus dueños abrazándolos sabiendo que no los verían mas. Me sentí identificada con la pérdida de una mascota amada, como cuando se me murió mi perrita Bembé, fué hace más de un año pero yo no había escrito acerca de esto. Bembé enfermó gravemente y agonizó durante toda una noche, yo estuve a su lado llorando todo el tiempo y abrazándola..... no aceptaba que se estuviera muriendo , ni que estuviera sufriendo mi hermosa y noble perrita.
Al amanecer muy angustiada le dije a mi compañero que teníamos que llevarla para que le aplicaran la eutanasia y ella no sufriera mas, le dije que la levantáramos un poco para ponerla encima de una cobija y así poderla alzar, la tome por las patas delanteras y ella muy adolorida me mordió la mano ...fué muy sorpresivo, me dolió mucho y me abrió una pequeña herida cerca a una vena que empezó a sangrar bastante, así que tuve que dejarla y salir corriendo con mi compañero para el puesto de salud a recibir atención médica,  me lavaron y en realidad fue muuuuyyyy doloroso yo seguía llorando por el dolor físico y por la agonía de mi perrita....no pude estar mas con ella, mi compañero la recogió con ayuda de un vecino y la metieron a carro, yo iba adelante pues mi compañero no quiso que me fuera atrás con ella, eso y el dolor de mi mano nos separó ...a mitad de camino yo deje de escuchar los gemidos de Bembé, nadie dijo nada, mi compañero me dejo en el hospital y prosiguió con la perrita a donde el veterinario...pero ella ya había muerto.
Durante la agonia de Bembé yo no me despegue de ella y lloraba y lloraba encima de ella , mi compañero me decía que tenia que dejarla ir y que la perrita no se moria tranquila porque yo no la quería dejar ir. Yo no me había dado cuenta cuán apegada estaba a ella, y el gran apoyo que había sido ella para mí desde que la adopté, yo me sentía segura y acompañada con ella, y disfrutaba mucho de su compañía, de acariciarla y de caminar con ella y verla correr. No me había dado cuenta hasta que punto admiraba la nobleza suprema de este ser y cuán orgullosa me sentía de que estuviera a mi lado y fuera mi amiga inseparable...en su entendimiento  ella comprendió y aceptó mas rápido que yo nuestra separación, por eso me mordió. Quiero decir que Bembé era un perro grande de raza Rodhesian Ridgeback con unos colmillos muy grandes y mucha fuerza, la mordida que me dio no fue demasiado fuerte pero si lo suficiente para que yo tuviera que levantarme y dejarla, me dolió pero gracias a ese dolor físico inaplazable puede separarme de ella y dejarla morir . Hoy todavía lloro su perdida, me parece inconcebible y absurdo que un ser tan noble e inocente tenga que sufrir y tenga que morir ...yo creía en verdad que nunca nos separaríamos....

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